
Convivo con un «kitty» un poco loquito, o eso pensaba yo, y es que a mi gato le gusta la pasta de dientes , bueno, le chifla! Cada vez que me lavo los dientes, mi gato intenta atrapar mi cepillo con sus garras, y si no lo consigue, espera a que yo me marche del baño y trata de «robar» mi cepillo dental de su vasito para jugar con él.
A veces he visto a mi gato dar una lametada a la pasta de dientes y también merodea cerca del tubo del dentífrico!. Y cuanto más mentolado el sabor, más le intriga! -Veis, es un explorador de las papilas, en busca de adrenalina para su lengua rasposa… 😉
Cuando mi gato lame la pasta de dientes de menta pone caras raras, por un lado entrecierra los ojos como «aggahh que malo está!» pero enseguida vuelve a por más… es como un amor odio que siente por la pasta.
¿A tu gato también le pasa? Pues déjame decirte que es algo normal.
A los gatos les gusta la pasta de dientes porque les gusta el olor y el sabor de la menta y los productos mentolados en general.
Pero les gusta «raro», o sea, que les gusta y a la vez les disgusta, les sabe bien y a la vez les sabe mal… -Muy gatuno todo esto. Es un dilema interior, como cuando no saben si entrar o salir por la puerta! 😉
Otro ejemplo de amor gatuno por la menta es el catnip. ¿Conoces la hierba gatera o canip? Es un tipo de planta de menta, cuyo aceite natural vuelve locos a los gatos. En pequeñas dosis los estimula e interesa, pero en grandes dosis los deja como colocados o drogados (mira el video que hay en el link anterior, donde se ven los efectos del catnip en un montón de gatos).
Licenciada en Administración de Empresas y editora profesional de contenidos web especializados en animales. Llevo 7 años dedicada a investigar y escribir y divulgar online información sobre animales, he tomado cursos universitarios sobre Adiestramiento canino y etología. Además soy la orgullosa amiga de 5 peludos que viven conmigo, y de otros tantos gatos callejeros a los que alimento y esterilizo.

