Cuidados del gato PERSA, pelaje, alimentación y salud

Publicado 12/03/2021

como cuidar un gato persa

Los persas son una de las mejores razas de gatos que existen. Su carácter es dulce, cariñoso y muy pacífico, pero sí que es cierto que requerirán algunos cuidados para mantenerse en buen estado de salud y felices. Si has tenido la suerte de que uno de ellos, o un mestizo de este tipo ha llegado a tu vida, a continuación te contamos cuáles son los cuidados del gato persa, ya que esta hermosa raza requiere algunas atenciones específicas.

Cómo cuidar un gato persa

Los gatos persa requieren algunos cuidados específicos, pero en general son fáciles de mantener. Lo más importante es cuidar su alimentación para que no sufran obesidad, cepillar su pelaje a diario para evitar nudos, y acudir al menos una vez cada seis meses al veterinario para realizar chequeos preventivos de su salud, vigilando especialmente que no padezcan la enfermedad del riñón poliquístico (PKD), muy común en esta raza. Esta enfermedad causa quistes en los riñones, que van aumentando de tamaño hasta hacer que estos prácticamente dejen de funcionar o se conviertan en insuficiencia renal crónica. Afecta al 40% de los persas, y razas emparentados con ellos como el exótico de pelo corto. Es necesaria supervisión veterinaria para tratar esta condición, que suele mejorar con terapia de fluidos y una dieta específica baja en proteínas.

Otro tema importantes, es que existen dos tipos de persas, los tradicionales y la versión más moderna, de cara chata llamada «peke faced». Estos últimos poseen un cráneo braquicéfalo, es decir, redondeado y con el hocico muy achatado. Los persas chatos son más difíciles de mantener que los tradicionales, ya que suelen padecer problemas de salud congénitos como la rinitis crónica a causa de la forma de su nariz aplanada, lagrimeo constante en el ojo, irritación de la piel de la cara y problemas respiratorios. Esto puede ocasionar mayores costes veterinarios, y debes tenerlo en cuenta antes de optar por un gato así.

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Cuidados del pelo del gato persa

Para mantenerse en buen estado, el pelo del persa necesita ser cepillado asiduamente. Lo ideal es hacerlo a diario, pero al menos, debe hacerse tres veces por semana.  El mejor cepillo para gato persa es uno metálico, cuyas púas puedan peinar la capa externa y también acceder a su capa de pelaje interna.

En caso contrario, debido a la textura fina y vaporosa de su pelo, el pelaje del persa forma nudos compactos, que una vez aparecen, son imposibles de peinar. LLegados a ese punto, solo queda cortarlos con tijeras, o en caso de tener demasiados, es necesario recortarlos todos con maquinilla. El pelo del gato persa tiene una tendencia natural a enredarse, por eso insistimos en el cepillado.

También es bueno bañarlos ocasionalmente con champú adecuado, para dejar su pelo más limpio, suelto, esponjoso y brillante. Debes hacerlo en una habitación cálida, y al terminar, envolverlo en una toalla para secarlo. Si donde vives no hace mucho calor, puedes acostumbrarlo a secar su pelo con secador, con cuidado de no quemarle con una temperatura del aire demasiado elevada. Una vez seco, aprovecha para cepillar su manto bien, y retirar el pelo muerto.

Como alimentar un gato persa

Ten cuidado para no sobre alimentarlo, ya que el gato persa tiene tendencia a engordar. Si descuidamos su alimentación, o se nos va un poco la mano, es fácil que nuestro persa acabe luciendo panza, y en poco tiempo sea un gato gordito, que acumulará grasa sobrante tanto en el lomo como en la bolsa que poseen bajo la barriga. Esto es altamente desaconsejable, porque con el tiempo la obesidad favorece que el gato desarrolle otras enfermedades.

Para ello controla la ración de pienso que le das, y si ves que engorda, no dudes en rebajar su ración diaria. Si tu gato es muy glotón, no es buena idea que le dejes su cuenco de comida lleno durante todo el día, sino que debes ofrecerle dos o tres pequeñas raciones de comida limitadas, a horas fijas. Además, ofrécele también latas de comida húmeda, que por su mayor contenido de agua, le saciarán y le aportarán menos calorías por gramo que el pienso seco (o balanceado).

Finalmente, no dudes en ofrecerle comida casera natural, a base de proteínas y complementada con vegetales hervidos y cortados en pedacitos. Esta combinación es saludable, alta en nutrientes de calidad, agua y fibras vegetales, que le ayudarán a controlar su peso. Descubre en la sección alimentación de esta web como hacer comida casera para gatos tú mismo (con video tutoriales). Si tu gato ha desarrollado la enfermedad renal, consulta con tu veterinario al mejor alimentación para él.

Cuidados del gato persa
Gato persa tradicional.

Las bolas de pelo son su enemigo

El cepillado diario es el mejor aliado para luchar contra las bolas de pelo, porque retiraremos la mayor parte de pelo muerto. Pero aún así, es imposible eliminarlo todo, y el gato al asearse con sus lamidos se tragará algo de pelo.

Por ello, es necesario proporcionar a tu persa hierba fresca plantada en una maceta, malta u otro productos de este estilo regularmente, de forma que puedan eliminar las bolas de pelo de su estómago. Si no hacemos esto, las bolas de pelo pueden acumularse en su estómago y tracto intestinal, llegando a causar obstrucciones serias que necesitarán inevitablemente una intervención veterinaria.

Limpia sus ojos

Algunos gatos persa tienen los ojos llorosos, y es importante limpiarlos. Para ello toma una gasa esterilizada y humedécela con suero fisiológico, que es una mezcla de agua con una solución salina. Pasa la gasa húmeda, pero no empapada por los ojos de tu gato con cuidado de no hacerle daño, y emplea una gasa diferente para cada ojo.

Una vez terminado, seca sus ojos y las zonas aledañas con otra gasa limpia y seca. Es importante que el pelo de alrededor quede lo más seco posible, para evitar que proliferen bacterias. No obstante, si tu persa padece de lagrimeo constante, es necesario llevarlo a una revisión veterinaria.

Recorta sus uñas regularmente

Como en cualquier gato que viva dentro de casa, recortar las uñas del persa es importante. Para ello, utiliza tijeras para gatos, que tienen un coste muy bajo y duran muchos años. Las uñas de las patas delanteras crecen mucho más rápido que las traseras, por ello, se recortan más a menudo. Normalmente basta cortarlas un poco cada dos semanas, pero si a tu gato le crecen más rápido o más lento, este periodo que es solo orientativo, puede variar un poco.

Además de recortar sus uñas, debes proporcionarle un rascador para poderse limpiar y afilar. Esto además les resulta muy placentero y les ayuda a desestresarse. En este tutorial te enseñamos a hacer un rascador para gatos reciclando materiales, que hemos probado y ¡siempre resulta un éxito rotundo!.

Ciertamente los persas necesitan ser cuidados y acicalados, pero gracias a su carácter dócil y apacible es una experiencia relajante y muy agradable hacerlo, y a ellos les encanta que les mimen y llenen de atenciones. Si cepillas a tu persa con suavidad y regularmente, seguro que será una experiencia muy agradable para él, ya que ellos adoran que les acaricien el lomo, la cabeza y bajo la barbilla.

Jugar con él es importante

No olvides jugar con tu gato un mínimo de 20 minutos diarios. Proponle juegos que le hagan moverse de un lado para otro mientras persigue un juguete. De esta manera se mantendrá en forma, más joven y ágil, y quemará parte de su energía.

Para fomentar que salte y se mueva, una buena idea es ofrecerle un rascador alto, estilo árbol o torre, que les obliga a trepar y resulta divertido y estimulante para ellos.