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La zarigüeya es un marsupial que habita en gran parte del continente americano. Se encuentran diseminadas desde el sur de estados unidos, hasta México y América del sur, incluyendo Argentina. Si las has visto alguna vez, quizás te haya parecido un animal muy hermoso. O tal vez su aspecto muy parecido al de una rata te haya causado una mala impresión o incluso te dio un poco de miedo. Por sus grandes hocicos y sus caras blancas, hay personas que se sienten asustadas cuando ven una cerca y llegan a creer que representan un verdadero peligro para las personas e incluso para nuestras mascotas. Aunque estos animalitos son salvajes y tienen dientes muy afilados, la realidad no es lo que parece. Entonces, ¿las zarigüeyas son peligrosas o agresivas realmente?
¿Las zarigüeyas son peligrosas?
Las zarigüeyas no son peligrosas, ya que son animales dóciles, pacíficos y tímidos que tratan de evitar el contacto con los humanos. Si te encuentras con una zarigüeya o tlacuache, lo más probable es que se asuste mucho y utilice la tanatosis, que es fingir una especie de desmayo que conocemos como «hacerse el muerto». Durante este espacio de tiempo permanecen inmóviles en el suelo con la boca abierta, y su olor y apariencia será la de un animal muerto, pero su cerebro seguirá funcionando y él estará sumamente alerta.
Este mecanismo lo llevan a cabo para hacer creer a sus enemigos o posibles depredadores que son un cadáver, dado que muchos animales cazadores pierden el interés si su presa parece muerta.
Las zarigüeyas no son peligrosas, ya que no intentan atacar al hombre, sino que prefieren huir y esconderse. Sin embargo son animales salvajes, y por ello no debes tocarlos. En casos raros, puede darse que una zarigüeya que se sienta amenazada y no tenga ningún lugar hacia el que huir intente morder. Por eso, nunca trates de tocar animales salvajes. Simplemente deja que se vaya, o si consideras que necesita ayuda, llama a un refugio de animales de tu localidad.
Son animales tímidos y pacíficos, por lo que no es natural en ellos, perseguir o atacar a los humanos. Para ellos somos un depredador fuerte, ya que por nuestro tamaño, le infundimos respeto o miedo. Así que no es normal que un animal de estos ataque a las personas. Su estrategia es evitar el ataque y huir.
Sin embargo, nunca debes tocar a un animal salvaje, ya que algunos ejemplares que se sientan amenazados y acorralados, podrían tornarse agresivos. Las zarigüeyas o tlacuaches pueden abrir su boca a 80° y tienen una mandíbula extremadamente fuerte. Además, los machos, a la hora de defender su territorio de otras zarigüeyas rivales, pueden volverse bastante territoriales
Cómo reaccionan las zarigüeyas ante los humanos
Cuando una zarigüeya se siente amenazada ante un humano o un animal de gran tamaño, utiliza tres mecanismos de defensa, para evitar ser lastimados. Así intentan lograr que el peligro o lo que ellas consideran una amenaza se aleje:
- El primero de ellos es abrir mucho la boca y mostrar su filosa dentadura, ya que poseen 50 dientes muy afilados. Este gesto amenazador es un aviso, que suele ir acompañado de un sonido «hisss», similar al bufido de los gatos. Su objetivo es mostrarte su enfado, para que te alejes de ella.
- La segunda es expeler un olor muy fuerte y desagradable, esto lo hacen en el momento en que una persona insiste en molestarles.
- Por último se hacen las muertas para evitar ser capturadas o lastimadas.
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Qué debo hacer si me encuentro una zarigüeya en casa
A veces las zarigüeyas salvajes se pueden acercar a una casa o a un jardín, especialmente si allí hay un cubo de basura. Esto lo hacen para buscar comida en épocas difíciles, puesto que son omnívoras. Si de pronto en tu garaje o jardín encuentras una zarigüeya, no grites y no intentes tocarla ni golpearla. Mantén la calma, porque ella no quiere atacarte, y dale espacio para que se marche.
Si está atrapada en un lugar cerrado, abre la puerta y apártate para que encuentre el camino de salida. No hagas aspavientos, no chilles y no des golpes con ningún objeto. Simplemente dale espacio para huir. Ella estará encantada de salir de ahí, porque creeme, en esa situación, ella tiene mucho más miedo que tú.
Si es un adulto herido que no puede caminar, no trates de tocarlo ni de rescatarlo tú mismo. Llama de urgencia a un refugio de animales salvajes o a la policía para que ellos procedan a desalojarla de tu casa y cuidarla en instalaciones adecuadas. Ten en cuenta que un animal herido o vulnerable siempre es más peligroso, puesto que al sentirse desprotegido y sin posibilidad de huir, puede reaccionar de forma inesperada.
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Algunas personas las consideran molestas o repugnantes
Al ser un animal omnívoro, se alimenta de plantas, frutas y pequeños insectos y animales. Con el crecimiento de los asentamientos urbanos y la invasión que hacemos de las zonas arboladas, las zarigüeyas cada vez están más cerca de comunidades y poblaciones humanas. Por ello en ocasiones pueden entrar en nuestros jardines, huertos y hasta las cocinas de las casas bajas para buscar alimento.
A veces hacen agujeritos en la tierra buscando lombrices, o dañar algunas plantas comiendo sus hojas. En algunos casos, llegan a entrar a garajes en busca de comida de perros o gatos que tengamos almacenada, o pueden rebuscar en la basura para comer restos de frutas, o algún otro alimento.
Por eso y por su extraño e incomprendido aspecto, algunas personas piensan que son animales molestos y desagradables. Pero no hacen esto por agresividad o porque sean peligrosas, sino que solo están buscan alimentos por supervivencia. Como hemos dicho, por ser un animal salvaje, no deben tocarse. Ellas mismas huirán del contacto con humanos. Además, debemos tener cuidado de no dejar restos de comida ni basura fuera de lugar, ya que pueden atraer a todo tipo de animales del exterior.
Debes saber que las zarigüeyas son en realidad animales muy beneficiosos para el ecosistema e incluso para los humanos. Cada año, una sola zarigüeya puede comerse hasta 5.000 garrapatas, parásitos muy peligrosos porque además de provocar molestas picaduras que pueden infectarse, transmiten enfermedades letales a los humanos y mascotas, como la enfermedad de Lyme.
Estos animales por tanto son perfectos para controlar las garrapatas. Las zarigüeyas son animales extremadamente limpios y eficiente sen su higiene personal, ya que ellas mismas eliminan de su cuerpo el 95% de las garrapatas durante su aseo y se las comen. Así ellas son el controlador de plagas de garrapatas de la naturaleza, y evitan la proliferación de éstas, ayudando a que se evite la transmisión de las enfermedades que ellas portan.
Por ello, todos debemos cuidar y proteger a las zarigüeyas y nunca tratar de matarlas o golpearlas. Quién sabe si tal vez, sin siquiera ser conscientes de ello, una de ellas nos haya salvado a nosotros o a nuestro perro de ser picados por una garrapata infectada.
Licenciado en Marketing y Gestion Comercial. Desde hace mas de 5 años me dedico a la generación de contenido de animales y mascotas. Soy un apasionado del mundo animal , siendo los roederes mi autentica pasión. Tengo hamsters, un hurón y recientemente uní a mi familia una cobaya adoptada.

