Todos conocemos al perro pastor alemán, y casi todos los amantes de los perros nos hemos rendido ante este trabajador y hermoso perro. Pero ¿sabías que el perro de Hitler era raza pastor aleman ? Es extraño como Adolf Hitler, una persona capaz de las más aberrantes acciones y el odio más absurdo hacia sus semejantes, a la vez se derretía de amor por su perro favorito (el nombre del perro de Hilter era Blondi ). Descubre una curiosa historia que parece imposible, pero nos vuelve a recordar que a menudo los humanos somos los seres más paradójicos del globo y que aunque nos cueste aceptarlo, un monstruo también tiene corazón. El post de hoy nos acerca a la figura de Blondi, el perro de Hitler :
Los perros de Hitler:
Hitler tuvo varios perros a lo largo de su vida. Pero sin duda los perros más queridos para él fueron los pastores alemanes . Además de que es un perro formidable, noble, bello, obediente y fuerte, había otra razón para adorarlo. Y es que este ovejero era un perro 100% de raza alemana, justo lo que Hitler, defensor del nacionalismo alemán hasta la locura más idealizaba y defendía.
En la juventud de Hitler, durante la primera guerra mundial, éste adoptó un perro callejero blanco llamado Fuchsl, al que quería mucho. Fuchsl aparece en la foto de la izquierda justo a los pies de Hitler. Durante un viaje en ferrocarril, un operario del tren ofreció a Hitler 200 marcos por el perro. Hitler le dijo que de ninguna manera estaba en venta, pero «casualmente» para cuando llegaron a su destino, Fuchsl ya había sido robado del vagón. Hitler lloró su pérdida y repetía «Estoy desesperado. No saben lo que me han hecho esos cerdos robándome a Fuchsl». No sabemos si este robo causó un trauma insuperable a su inestable mente, o tal vez fue la propia guerra la que fue fraguando la locura de Hitler poco a poco.
Pero tras Fuchsl, la verdadera pasión de Hitler fueron sin duda los pastores alemanes. Se dice que a principios de los años veinte, a Hitler le regalan un perro pastor alemán llamado Prinz. Hitler antes de ser famoso tuvo una época dura e incluso pasó muchas penurias económicas, así que se vió obligado a recolocar a su perro Prinz con otros dueños, porque no lo podía mantener. Para sorpresa de Hitler, su perro Prinz se escapó de su nuevo hogar y supo volver a su lado, demostrándole que las penurias no importaban y que sólo buscaba estar con él de nuevo. Esta muestra de lealtad e inteligencia aún derritó más el corazón del Fuhrer por su perro y lo hizo admirar a esta raza como si de un «héroe» se tratase.
Blondi el perro de Hitler más famoso:
Hitler tuvo otros perros pastor aleman tras la muerte de Prinz, una madre y una hija a las que puso el mismo nombre, Blonda. Pero el perro de Hitler que ha pasado a la historia, sin duda es Blondi, una hembra de pastor alemán que le regalaron en 1941, en plena segunda guerra mundial. Como describe el historiador Roger Eatwell, el perro de Hitler sólo vivió 4 años (entre 1941 y 1945), y no 12 años como apuntan incorrectamente algunas publicaciones (lo que pasa es que Hitler tuvo otros pastores alemanes antes que Blondi).
El regalo se lo hizo Martin Bormann (fotografía de la izquierda), un oficial jefe de la cancillería del partido nazi de inmenso poder, pues era también el secretario personal de Hitler y filtraba a que tipo de información y de personas tenía acceso Hitler.
El nombre de la perra de Hitler «Blondi» se puede traducir por «rubita» y Junto con Eva Brown (su amante y posteriormente su esposa) fueron las dos «mujeres» más importantes en la vida de Hitler.
Hitler admiraba al pastor alemán, pero también era para Hitler un perro de propaganda:
Hitler creía que los perros en general, y los pastores alemanes en particular eran un cúmulo de virtudes. Hitler admiraba de sus perros su inteligencia, su fuerza, su valor, su obediencia y su cariño. No obstante, durante la segunda guerra mundial, Hitler no solo convivía con su pastor aleman Blondi, sino que regaló a Eva Brown dos scottish terrier (terriers escoceses) negros, llamados Stasi y Negus.
Aunque los terriers campaban a sus anchas por la casa de Hitler, las órdenes de cara al público eran claras. Blondi, símbolo del espíritu aleman a ojos de Hitler fue profusamente retratada con el Fuhrer (videos, fotos, no se escatimaba en divulgar su imagen). En cambio, el jefe del gobierno nazi no permitía ser fotografiado con los terriers escoceses de Eva en público, y sólo tenemos escasas imágenes de ellos en el ámbito privado, como la siguiente fotografía tomada en Berghof, el domicilio de Hitler en los Alpes.
Lo que para nosotros sería una simple mascota, para Hitler además era cuestión de estrategia política. Hasta el más mínimo detalle se cuidaba, e incluso los perros escogidos para acompañar a Hitler en los actos públicos eran una herramienta propagandística más al servicio de la gran locura del régimen. Para el aparato de propaganda del partido nazi, era importante mostrar al perro de Hitler y su la faceta de amante de los animales:
Blondi, el perro de Hitler era más querido para el Fuhrer que las personas:
La crueldad de Hitler contra judíos, gitanos, rusos y polacos, enfermos mentales y otros colectivos es conocida por todos. Pero su crueldad no sólo afectaba a los desconocidos. Hitler envió a la cámara de gas a su propia prima Aloisia, por sufrir depresión y esquizofrenia. También algunos perros fueron torturados a raíz de unos «estudios» llevados a cabo por científicos nazis que intentaron transferir la conciencia humana a los perros, obviamente sin éxito. Sabiendo todo esto, es extraño ver lo bien que Hitler trataba a su perra Blondi.
Aunque lo realmente extraño es concebir que la misma persona capaz de acariciar con ternura a Blondi, de hablar a su perra al oido, de dormir con ella en su cuarto, de entrenarla y pasearla, de cuidarla y amarla tanto, a la vez pudiese haber ordenado la ejecución de millones de personas inocentes, niños incluidos. Nuestra mente se resiste a ver a Hitler como un amante de los animales, pero en verdad lo era. Lo paradójico es ese contraste, tanto amor por un perro y tanto odio por tantas personas.
La trágica muerte de Blondi en el Bunker en 1945:
La muerte del perro de Hitler fue trágica, como casi todo en la Alemania de esa época. Corría el año 1945, año que vería el final de la segunda guerra mundial. En la primavera de 1945 ya era evidente la derrota alemana que se sobrevenía. Hiter ya se había trasladado al Bunker con Eva Brown, su perra Blondi y algunas personas de su círculo de confianza. En abril de 1945 es fulisado Mussolini, y su cadaver es ultrajado y colgado por los tobillos en público en una plaza de Milán.
El ejército ruso rodea el Bunker de Hitler, y los testigos cuentan como los obuses rusos se escuchaban día y noche, y caían cada día más cerca del Bunker. Hitler decide que no quiere correr la misma suerte que Mussolini, que él no va a ser capturado por los rusos, y entiende que es mejor opción el suicidio que ser tomado prisionero por sus enemigos.
La idea es que él y Eva Brown van a morir, ella envenenada por una ampolla de cianuro, que les habían sigo entregadas a través de las SS de Himmler. Y él por un tiro en la cabeza. Hitler era desconfiado por naturaleza, y no se fiaba de que el cianuro estuviese en buenas condiciones. Para comprobarlo y para que el perro de Hitler tampoco fuera capturado por el ejército ruso, le administraron una cápsula de cianuro a Blondi el 29 de abril de 1945.
La perra murió en el acto y los cachorros que ella había tenido hacía unas semanas recibieron también un tiro en la cabeza ese mismo día. Los testigos cuentan que Hitler quedó devastado, destrozado por la muerte de su amada perra. El historiador James O’Donnell en su libro «The Bunker» también explica como Hitler quedó devastado y sumido en una profunda pena por la muerte de su perra Blondi . Tras la muerte de Blondi, Hitler no vivió mucho más tiempo. Al día siguiente, el 30 de abril de 1945 tanto Eva como Hitler se suicidaron en el Fuhrere-Bunker, después de haber contraído matrimonio.
Años después, en 2005, Erna Flegel, la enfermera de Hitler concedió una entrevista al periódico The Guardian, donde contó como la muerte de Blondi afectó a la moral del Bunker más que el propio suicidio de Eva Brown. La pastor aleman se había convertido en una figura carismática dentro de un régimen que se desmoronaba a marchas forzadas. Blondi , el perro de Hitler fue enterrada cerca del Bunker y posteriormente sus restos fueron exhumados y fotografiados por el ejército soviético.
Descubre al terrier ruso, un perro gigante de pelo largo y recio creado por el ejército ruso en Moscú.
Video que muestra al perro de Hitler y el amor y delicadeza con que era tratado:
En este video se ve al perro de Hitler en un footage original de la época, siendo acariciado y mimado por éste. Al lado de Blondi, un simple perro, incluso el mayor asesino del siglo veinte se volvía tierno, delicado y dulce. Se escapa a nuestra razón por qué Hitler sintió tanto la muerte de un perro y tan poco la muerte de los millones de personas que él ordenó aniquilar. No alcanzamos a comprender como alguien podría tener el corazón tan lleno de amor y ternura para los perros y para los niños de sus amigos, y ese mismo corazón tan lleno de odio para millones de congéneres inocentes, pero así fue:
Licenciada en Administración de Empresas y editora profesional de contenidos web especializados en animales. Llevo 7 años dedicada a investigar y escribir y divulgar online información sobre animales, he tomado cursos universitarios sobre Adiestramiento canino y etología. Además soy la orgullosa amiga de 5 peludos que viven conmigo, y de otros tantos gatos callejeros a los que alimento y esterilizo.