
El shamisen, un instrumento musical hecho de piel de gato
Tradiciones hay para todos los gustos, y aunque las de nuestro país las damos por conocidas y ya no sorprenden, en cuanto miramos fuera de nuestras fronteras es fácil encontrar cosas sorprendentes, más o menos alejadas de nuestros gustos.
Es el caso del Shamisen, un instrumento musical utilizado en Japón por la Geishas, esas particulares músicas y expertas en el arte de entretener y también por otros artistas. Puede recordar a un banjo, pero el shamisen o samisen es un instrumento musical japonés de tres cuerdas, hechas tradicionalmente de seda y una caja recubierta de piel de gato, aunque en algunas ocasiones también puede ser de piel de perro. En realidad, la piel de perro es más barata y se empleaba para los instrumentos de peor calidad, o aquellos destinados a las prácticas.
Aunque inicialmente estaba reservado a la nobleza y las clases más pudientes, este instrumento se expandió por todo Japón durante el siglo XIX, aunque en realidad deriva de un instrumento chino anterior llamado «sanxian», que llegó a Japón en la primera mitad del siglo XVI. El shamisen suele acompañar a un artista que canta, resaltando y aclarando la voz del intérprete y por supuesto, era indispensable en las reuniones de té de las geishas. También se utilizó ampliamente en ámbitos cultos como el teatro, e incluso ayudó a la creación de algunos géneros de música popular japonesa. Así, representando el centro de la música nipona desde hace 400 años, pocos instrumentos pueden encarnar tan bien la quinta esencia del arte y la tradición japoneses.
Sin embargo, hoy el shamisen está en peligro de extinción, podríamos decir. Y es que si a principios del siglo XX existían más de 200 maestros curtidores, especializados en tratar la piel de gato, hoy en día existen solo dos. Aunque, podrían hacerlos con tejidos artificiales, ¿no? No exactamente, ya que los especialistas en shamisen dicen que no es lo mismo fabricarlos con piel sintética, ya que la piel natural varía en anchura y textura y al ser una piel delicada y fina aporta una gran riqueza de matices al instrumento.
Esta manufactura está en declive total. Hasta el punto que ante el temor de que desaparezcan por completo, se ha iniciado una petición al gobierno japonés, para que permita utilizar las pieles de algunos gatos sacrificados en centros veterinario por sus dueños, por causa de enfermedad. Según estudios oficiales, cada año se sacrifican en Japón alrededor de 300.000 gatos.
Reaprovechar la piel de nuestras mascotas sería realmente extraño y hasta desagradable para nosotros, pero en realidad, no supone ningún sufrimiento para ningún animal, ya que se trata tan solo un acto de reciclaje o reaprovechamiento. Aunque chocante, sí es…
Aquí puedes ver a una Maiko, aspirante a Geisha tocando el Shamisen tradicional:
¿Conocías esta peculiar tradición? Cuéntanos qué opinas de ella, más abajo en los comentarios.
Licenciado en Marketing y Gestion Comercial. Desde hace mas de 5 años me dedico a la generación de contenido de animales y mascotas. Soy un apasionado del mundo animal , siendo los roederes mi autentica pasión. Tengo hamsters, un hurón y recientemente uní a mi familia una cobaya adoptada.


