Mama, un chimpancé hembra de 59 años de edad, estaba viviendo sus últimos momentos, postrada sobre una pequeña manta. Mama sufría una enfermedad grave, había perdido todos sus dientes, y a causa de su avanzada edad, a penas podía ver. Su ánimo estaba muy bajo, y ya no reaccionaba ante ningún estímulo. Mama incluso rechazaba la comida y el agua. Como si ella ya sintiese que su vida se estaba acabando, sin más fuerzas para continuar.
Hasta que recibió una visita inesperada. Jan van Hoof, su primer amigo humano, el cuidador que convivía con ella, cuando era solo un bebé, vino a visitarla. El profesor van Hoof es un conocido biólogo holandés, también profesor en la Universidad de Utrecht. Tras frecuentar a chimpancés y otros simios de gran inteligencia dedicó buena parte de su vida a su estudio, en concretó, investigó y publicó estudios sobre sus emociones y expresiones faciales.
Actualmente tiene 82 años de edad. Ahora con el pelo blanco, anciano como Mama, el reencuentro entre la chimpancé y Jan en este video, es uno de los más emotivos que hemos visto entre humanos y animales.
Al principio Mama tarda en reconocerlo, por su escasa visión, pero en cuanto lo hace, una sonrisa enorme ilumina su cara y lanza un grito de alegría. Después, abraza a su amigo, y le acaricia la cara y la cabeza, suavemente, en un gesto totalmente humano. Una caricia entre dos amigos de distintas especies, que se quieren de verdad. Mama incluso aceptó un poco de comida cuando Jan se la ofreció.
Una semana después de este video, Mama murió. Verla en sus útimos momentos, nos conmueve, con tristeza. Pero también hay que pensar seguro que se fue más feliz, tras haber recibido el pequeño regalo de volver a ver a su viejo y querido amigo, el profesor Jan.
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Licenciado en Marketing y Gestion Comercial. Desde hace mas de 5 años me dedico a la generación de contenido de animales y mascotas. Soy un apasionado del mundo animal , siendo los roederes mi autentica pasión. Tengo hamsters, un hurón y recientemente uní a mi familia una cobaya adoptada.