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Si tienes un gato que por alguna razón ha dejado de comer o rechaza su alimento, seguramente estarás muy preocupado. Bien, no hay que alarmarse, pero sí tomar cartas en el asunto, porque en algunos casos esto se arregla fácilmente, pero en otros casos puede ser un síntoma claro de enfermedad. Por eso, para que puedas cuidar de tu gato de forma adecuada para que esté sano y feliz, hemos hecho el post de hoy. Vamos a descubrir por qué mi gato no come y que hacer si te encuentras en esta situación.
Mi gato no come
Un gato puede dejar de comer simplemente porque la comida que le ofreces no es de su agrado, pero también puede deberse a una enfermedad. Si tu gato no come y está muy delgado, hazle una análitica con perfil renal en el veterinario. La pérdida de peso en gatos y la falta de apetito son un síntoma frecuente de insuficiencia renal, típica en gatos mayores de 6 años. La enfermedad renal consiste en un deterioro de los riñones, que impide a estos desarrollar su función con normalidad. Los riñones limpian la sangre de toxinas y ayudan a mantener la presión arterial en niveles adecuados. Otros síntomas de insuficiencia renal en gatos son los vómitos, apatía, letargo, halitosis, exceso de orina, ojos hundidos o sin vida y diarrea.
La enfermedad renal es más frecuente en gatos ancianos y en gatos mayores de 6 años, aunque también puede darse en gatitos y gatos jóvenes por causas congénitas. Debes saber que algunas razas, como el gato persa son más proclives a desarrollar esta grave enfermedad. Por eso lo mejor es prevenir con un chequeo anual en el veterinario.
Algunas circunstancias que incomodan a tu gato, y pueden pasar inadvertidas para tí pueden también ser causantes de la falta de apetito. Por ejemplo, si acabas de poner las vacunas a tu gato, el malestar físico que esto le ocasiona, puede hacerle dejar de comer durante todo un día.
Mi gato no quiere comer y está triste
Cuando un gato no quiere comer y está triste puede deberse a causas psicológicas como el estrés y la ansiedad, causadas por una mudanza o la presencia de personas o animales desconocidos. Pero más a menudo la causa es una enfermedad física, como el hipertiroidismo, pancreatitis, enfermedad renal o cáncer. En ocasiones, la razón no es tan grave, ya que una infección bucal, dolor de muelas o un diente roto son suficientes para que un gato deje de comer.
Cuando un gato no quiere comer, las causas más frecuentes son:
- Está cansado del tipo de alimento que le ofreces o no le gusta su sabor
- Cambios en la dieta a los que aún no se ha acostumbrado
- Tiene un diente roto o una infección bucal
- Lo acabas de vacunar
- Te has mudado a una nueva casa o han llegado visitas a tu hogar que hacen sentir incómodo a tu gato
- Ansiedad o depresión
- Enfermedades como el hipertiroidismo
- Enfermedad renal
- Pancreatitis
- Problemas intestinales
- Cáncer
Como ves, a menudo la causa está relacionada con un problema de salud, que puede ser grave. Visita a tu veterinario en caso necesario, y no lo postpongas.
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Mi gato no come pienso, qué hacer
Si tu gato no come pienso puede deberse a la monotonía que la causa un único tipo de alimento, que le desagrade la textura seca o a que se haya cansado de su sabor. Para solucionarlo ofrécele comida que le resulte apetitosa, como el alimento para gatos en lata (húmedo). También puedes mezclar su alimento seco con caldo de pollo tibio o añadirle una pequeña cantidad de atún, sardinas o pollo hervido desmigados. Al remover bien la mezcla harás que todo el alimento adquiera un excelente sabor y olor.
Para evitar llegar a este punto, lo mejor es que desde bebé acostumbres a tu gato a comer de todo, alimento seco, de lata y por supuesto alimento natural no procesado a base de proteínas de alta calidad. Es decir, como comida casera a base de pollo, carne o sardinas, hervido con una pequeña proporción de verduras frescas. Al ir alternando todos los tipos de alimentos, los gatos se vuelven más flexibles en su forma de alimentarse y no caen en el aburrimiento. Además, de esta forma te aseguras que su dieta sea realmente saludable y variada, obteniendo todos los nutrientes que necesitan.
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Mi gato no come ni bebe
Cuando un gato no quiere comer ni beber durante más de un día, es posible que tenga un problema de salud. Algunas enfermedades graves como un cáncer de garganta o de estómago, o las dolencias intestinales pueden ser causa de que tu gato rechace agua y alimento. Si tu gato no come ni bebe ni se mueve, o si lleva dos días o más sin comer o beber acude a tu veterinario de forma urgente, ya que de lo contrario podría morir. Ante los primeros síntomas de enfermedad, cuanto antes se diagnostique y trate a tu gato, más probabilidades habrá de salvar su vida. Generalmente, cuando un gato está enfermo podrás observar varios síntomas juntos, que añadir a al falta de apetito, como la apatía, que duerma mucho, que tenga diarrea o vómitos, o que pierda peso de forma alarmante.
En cambio, si tu gato lleva tan solo unas horas sin comer ni beber, puede deberse a que algo le está incomodando en casa y esta es su forma de protesta o de exteriorizar lo que siente. Tener visitas en casa, hacer una reunión con mucha gente que haya llenado tu hogar de ruido y trasiego, o adoptar un nuevo gato, pueden ser suficientes para que tu minino rechace ingerir nada durante unas horas, porque se siente estresado, asustado o ansioso.
La falta de apetito en gatos es muy peligrosa
Cuando un gato deja de comer por varios días puede desarrollar lipidosis hepática, una enfermedad que daña el hígado y a menudo resulta fatal. El organismo de los gatos no está preparado para pasar días sin comer, sino que deben ingerir alimento cada día, preferiblemente cantidades pequeñas varias veces al día.
Si tu gato lleva dos o tres días sin comer, acude al veterinario, porque la falta de alimento puede causarle lipidosis hepática. Esta es una enfermedad grave que a menudo resulta en la muerte del animal.
En esto, gatos y perros son diferentes, ya que si un perro sano y en buen estado de forma pasa dos o tres días sin comer en una circunstancia excepcional, lo normal es que no le ocurra nada.
En conclusión, si tu gato no quiere comer, usa tu buen juicio. Si crees que se trata tan solo de que su comida no le resulta apetecible, ofrécele cosas diferentes, y aumenta la cantidad de comida natural y comida húmeda en su dieta. Pero si la falta de apetito dura demasiado, o está acompañada de otros síntomas preocupantes como los vómitos, la delgadez extrema, o la apatía, no tardes en llevar a tu gato al veterinario, porque necesita un chequeo y analítica urgentemente.
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Licenciado en Marketing y Gestion Comercial. Desde hace mas de 5 años me dedico a la generación de contenido de animales y mascotas. Soy un apasionado del mundo animal , siendo los roederes mi autentica pasión. Tengo hamsters, un hurón y recientemente uní a mi familia una cobaya adoptada.