Índice
- 1 Que es la leucemia en gatos
- 2 Leucemia felina síntomas
- 3 Leucemia felina contagio ¿La leucemia es contagiosa?
- 4 Posibles escenarios tras el contagio inicial
- 5 Pruebas para detectar si un gato tiene leucemia felina
- 6 Leucemia felina tratamiento
- 7 Cómo prevenir la leucemia
- 8 ¿El virus de la leucemia felina se transmite a las personas? ¿La leucemia de los gatos es contagiosa a humanos?
Te explicamos de manera sencilla que es la leucemia felina, una enfermedad grave, que desgraciadamente es bastante común en los gatos. Conoce qué individuos están en riesgo, como se contagia la leucemia en gatos, cuales con los síntomas de la leucemia felina, qué tratamientos existen y como proceder a la prevención de la leucemia.
Que es la leucemia en gatos
El virus de la leucemia felina (que suele transcribirse como FeLV, por sus siglas en inglés) es un retrovirus que infecta a los gatos, y se incorpora al material genético de la célula, haciéndolo muy difícil de tratar.
Es responsable de numerosas enfermedades y complicaciones posteriores, que pueden ser letales. Una de ellas es la Leucemia, pero otras dolencias derivadas del FeLV incluyen enfermedades hepáticas, anemia, leucopenia, infecciones oportunistas o abortos.
La Leucemia viral felina es un cáncer que afecta a los leucocitos, un tipo de glóbulos blancos presentes en la sangre y la médula ósea que se encargan de defender al organismo contra infecciones y otros agentes externos.
Al tener leucemia felina, el sistema inmunitario pierde su fuerza y el gato es incapaz de luchar contra otras enfermedades que le sobrevengan despúes, con lo cual hasta un simple catarro se le puede complicar a un gato con leucemia.
Leucemia felina síntomas
Cuales son los síntomas de la leucemia en gatos. La leucemia felina es una enfermedad producida por un virus y ataca a las defensas del gato (dejándolo más debil para luchar contra las otras enfermedades).
El virus puede afectar al gato de diversas maneras. Inicialmente, si se da el contagio habrá una etapa inicial de entre entre 2 semanas y tres meses, en las cuales pueden no observarse síntomas.
En caso de que sí se presenten los sítomas de la leucemia felina son variados, e incluyen:
- la fiebre puede ser síntoma de leucemia felina
- encias pálidas
- poca ingesta de alimentos,
- un gato con leucemia tien un tono bajo,
- vómitos o diarrea.
- empeoramiento del pelaje y heridas en la piel del gato
- aparecen otras enfermedades (de vejiga, respiratorias, bucales, anemia, etc).
- hacen sus necesidades fuera de la caja de arena
- descuidan su aseo personal
Si quieres una lista más detallada, mira este artículo sobre sus 12 sintomas.
Leucemia felina contagio ¿La leucemia es contagiosa?
Si. Para que se produzca un contagio de leucemia felina es necesario que el gato esté en contacto con otros gatos. La leucemia felina, o mejor dicho, el virus FeLV se transmite de un gato infectado a uno sano, a través de:
- la saliva,
- las lágrimas y
- las secreciones nasales.
- Pero también puede darse el caso de que una gata preñada la contagie a sus crías en el útero o posteriormente durante la época de lactancia.
Al decir saliva, lágrimas y seccreciones nasales vemos que hay multitud de situaciones en la vida cotidiana de un gato que esté en contacto con otros gatos en que se producen situaciones de riesgo para el contagio. El contagio del leucemia felina puede darse por ejemplo entre gatos que se lamen, durante peleas callejeras, o por el uso continuado del mismo bebedero.
Por eso la incidencia de la leucemia felina es mucho mayor entre poblaciones de gatos que viven juntos, ya que uno contagiado estaría exponiendo a los demás diariamente. Por ejemplo, un lugar de riesgo en este sentido son las colonias de gatos en las que los gatos viven libres pero acuden a alimentarse todos juntos a un punto. Si un gato de la colonia contrae leucemia, es muy probable que la extienda a los demás gatos.
Si tu gato jamás sale de casa y no tiene contacto con ningún otro gato, las posibilidades de un contagio de leucemia son prácticamente inexistentes. Pero si tu gato, aunque viva en casa sale al jardín o al tejado, viaja, visita una peluquería de mascotas, lo llevas a una guardería para gatos o a una exposición, allí tendrá contacto con otros gatos y el riesgo aparece.
No obstante, no hay que crear alarma, el contagio no se da tan fácilmente. Generalmente, cuando se produce un contacto esporádico con el virus FeLV, el sistema inmunitario del gato puede repeler la infección y crear anticuerpos contra este virus. De esta manera, el gato puede hacerse inmune y no desarrollar la enfermedad. El riesgo es mucho mayor cuando el gato está constantemente expuesto al virus (por ejemplo, por convivir con un compañero infectado).
Por esta razón si ya tienes un gato, antes de adoptar un segundo gato es vital que le hagas las pruebas de leucemia felina.
Imagínate que tienes un gato y de repente adoptas un segundo gatito callejero, con toda tu buena voluntad. Este gatito podría perfectamente tener leucemia y contagiar al tuyo porque conviven diariamente, lo cual hemos dicho que era el escenario ideal para el contagio.
Así que en lugar de ayudar, estarías poniendo en riesgo a tu gato. Para evitar esto, simplemente lleva al nuevo gato al veterinario y pídele que le haga las pruebas de la leucemia. Y hasta que no estés seguro de que el nuevo gato es negativo a leucemia, no se te ocurra juntarlo con tu otro gato!
Posibles escenarios tras el contagio inicial
1. Inmunidad:
El gato desarrolla anticuerpos y se hace inmune al virus. Este, obviamente es el mejor escenario posible.
2. Viremia persistente:
La infección prosigue su desarrollo, y el virus entra al torrente sanguíneo, afectando a la sangre y la saliva. A causa de esto el sistema inmunitario del animal queda muy debilitado, haciéndolo propenso al contagio de muchas otras infecciones y enfermedades como serían la Leucemia y el Linfosarcoma (un tumor maligno del tejido linfático). El 50% de este grupo de gatos si no recibe tratamiento muere antes de 6 meses, y la mayoría de ellos no sobrevive más de tres años.
3. Infección latente:
En este caso el gato ha eliminado el virus de la sangre y la saliva, pero no del cuerpo, y el virus queda acantonado en la médula ósea, por lo que el sistema inmunitario del gato queda muy debilitado.
Estos animales pueden vivir así durante años, pero es imprescindible que tengan tratamiento veterinario, una vida relajada dentro de casa, libre de estrés y rodeado de muchos cuidados. Como su sistema inmunitario está debilitado, el estrés le puede hacer enfermar y coger cualquier infección más fácilmente que a un gatito sano. Habrá que vigilar especialmente su alimentación y evitar en lo posible contagios de otras enfermedades, porque incluso los catarros les pueden causar problemas.
Pruebas para detectar si un gato tiene leucemia felina
Si tienes dudas de que tu gato tenga leucemia felina, debes llevarlo cuanto antes al veterinario a hacer un análisis de sangre. Existen diversas pruebas que tu veterinario puede ofrecerte a la hora de diagnosticar si tu gato tiene leucemia.
Si has recogido un gato de la calle, espera 2 semanas antes de llevarlo a hacer la prueba de leucemia. La razón es que desde el contagio inicial, el virus puede tardar 2 semanas en pasar a la sangre del gato, que es donde se detecta.
¿Cuanto cuesta una prueba de leucemia felina? El coste de esta prueba varía según el veterinario, pero normalmente ronda los 40 ó 50 euros en España. En general se recomienda repetir la prueba al cabo de algunas semanas para asegurarse del resultado.
- ELISA: a partir de una muestra de sangre. Determina estadios iniciales de la infección, y no especifica si se tratará de una viremia permanente o si el gato acabará eliminando el virus. Es necesario confirmar esta prueba tras algunas semanas.
- IFA: detecta la presencia de virus en un estadio de infección irreversible, por lo que es válida para confirmar un positivo en ELISA.
- PCR: detecta directamente ADN infectado en las células del gato. Es ideal para detectar infecciones latentes, pero es más cara y no se encuentra tan difundida como el test ELISA.
Leucemia felina tratamiento
La leucemia en gatos se trata, y no es razón en sí misma para sacrificar un gato.
La realidad es que esta enfermedad no se puede curar, sino que permanece como enfermedad crónica. Pero lo que sí se hace es controlar la infección y ofrecer cuidados especiales al gato, como apuntábamos antes. Los gatos diagnosticados de leucemia que siguen un tratamiento veterinario pueden llegar a vivir varios años con una vida casi «normal». Los cuidados y medicamentos que necesitará tu gato contra la leucemia deben ser recetados por tu veterinario, e incluyen:
- darle una buena dieta, sana y equilibrada.
- ofrecerle una vida tranquila, sin estrés (como dijimos el estrés favorecerá que se enferme mas).
- medicamentos paliativos de su infección (antivirales e inmuno-regularores).
- medicamentos para tratar la anemia, que puede aparecer como efecto secundario de la leucemia.
Cómo prevenir la leucemia
1. Si tu gato no tiene contacto con otros gatos:
Para los gatos que viven dentro de casa y nunca tienen contacto con otros gatos externos, el riesgo de contagio de leucemia felina es prácticamente inexistente.
2. Si tu gato sí tiene contacto con otros gatos:
- Vacuna de leucemia felina: Para los mininos que sí tienen contacto con otros gatos (por ejemplo, porque tenéis un jardín y ahí acceden gatos de tus vecinos o porque lo llevas a jugar con el gato de una amiga tuya) existe una vacuna específica contra la Leucemia felina, que es bastante efectiva, (pero como todas, no funciona en el 100% de los gatos vacunados). -Mis gatos por ejemplo sí llevan puesta esta vacuna. Puedes leer aqui vacunas para gatos, cuales son las vacunas más importantes y cuando se administran.
- Si vas a adoptar un segundo gato: Si ya tienes un gato en casa y estás pensando en adoptar otro, especialmente si es callejero o proviene de una colonia de gatos, como dijimos antes hazle las pruebas de leucemia felina.
- Casa de acogida: En caso de que colabores con alguna asociación felina y estés pensando ser «casa de acogida» para algún gatito, te decimos lo mismo. Si ya tienes otro gato en casa, es vital que hagas las pruebas del FeLV antes de acoger, porque si no estarás poniendo en riesgo a tus propios gatitos ante una enfermedad muy seria.
La higiene también puede influir. Se cree que el virus FeLV es relativamente frágil y no vive mucho tiempo fuera del gato.
Por eso, es conveniente desinfectar bien comederos, bebederos y areneros regularmente con lejía si tienes un grupo de gatos viviendo juntos o una colonia de gatos, para ayudar a la prevención de la leucemia.
Finalmente,
¿El virus de la leucemia felina se transmite a las personas? ¿La leucemia de los gatos es contagiosa a humanos?
Según numerosas publicaciones como www.aspca.org, el virus de la leucemia felina no se contagia a los humanos. Tampoco hay evidencia de que la leucemia felina se transmita a otros animales domésticos como los perros.
Pero aún así, por extremar la prudencia en algunos lugares se recomienda que las personas con enfermedades inmunosupresoras, como por ejemplo las personas portadoras del virus del SIDA, no convivan con gatos enfermos de leucemia. ¿Esta recomendación está basada en un estudio científico? Que nosotros sepamos, no (si alguien tiene datos al respecto, agradeceríamos que los comparta más abajo, en los comentarios). Así que esa recomendación podría estar basada simplemente en un intento de extremar las precauciones. En cualquier caso, si tu tienes una enfermedad inmunosupresora y tu gato tiene leucemia, lo mejor es hablar con tu médico, comentarle esta situación y seguir sus indicaciones. No hay que olvidar tampoco el beneficio emocional que supone la compañía de un gato, en términos del relax, cariño y la compañía que aportan, lo cual sin duda redunda positivamente en nuestro estado de ánimo y nuestra salud.
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Licenciada en Administración de Empresas y editora profesional de contenidos web especializados en animales. Llevo 7 años dedicada a investigar y escribir y divulgar online información sobre animales, he tomado cursos universitarios sobre Adiestramiento canino y etología. Además soy la orgullosa amiga de 5 peludos que viven conmigo, y de otros tantos gatos callejeros a los que alimento y esterilizo.