Galgo italiano

¿Has visto perros galgo en miniatura? Se trata de una raza llamada pequeño galgo italiano. El italiano es el galgo más pequeño del mundo, de temperamento ágil, sociable y travieso.

Conozcamos las principales características de este pequeño lebrel.

Tamaño y peso del Galgo italiano

• Tamaño: pequeño
• Peso: machos y hembras 3,6 a 5 kilos.
• Altura: 36 a 38 cm a la cruz.
• Pelo: corto
• Clasificación FCI: Grupo 10, sección 3, Lebreles de pelo corto (sin prueba de trabajo).
• Ocupación: perro de compañía.
• Otros nombres: pequeño lebrel italiano, piccolo lebrel italiano, piccolo Levriero o galgo italiano.
• Origen: Italia.

Carácter del galgo italiano

El galgo italiano tiene un carácter cariñoso, tierno y sensible. Son perros dóciles, que proporcionan una excelente compañía en casa, y nada agresivos. Son animales muy inteligentes y obedientes, fáciles de entrenar, que aprenden trucos y órdenes nuevas a gran velocidad.

Pueden ser un poco tímidos sobre todo con la gente que no conocen, ya que su personalidad ante los extraños suele ser un tanto reservada. Con su dueño están felices, son saltarines, alegres, dan muchos lametones y demuestran su amor sin cesar.

Otro aspecto positivo del pequeño Lebrel Italiano, es que generalmente se llevan muy bien con los niños así como con otros perros, e incluso con gatos si se han criado juntos.

Entre sus aptitudes, además de ser un perro de compañía excelente, tanto por su dulce personalidad, como por su pequeño tamaño, también tiene una vertiente atlética como perro de carreras. Y es que en Inglaterra a veces se observa competiciones de velocidad de pequeños galgos italianos.

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Características del galgo italiano

El galgo italiano es un perro esbelto y ligero, una versión miniatura del galgo. Su cuerpo tiene el marco cuadrado, y su aspecto es refinado y elegante. De tamaño pequeño, pesan entre 3,6 y 5 kilos, midiendo de 36 a 38 cm. a la cruz. 

Su largura es prácticamente igual a su altura a la cruz, siendo esta una de las proporciones importantes de su cuerpo.

Son los galgos más pequeños que existen, por lo que el pequeño lebrel italiano está considerado dentro del grupo de los perros «toy» o miniatura.

Su osamenta es ligera y fina, su cráneo alargado, estrecho y plano. Tienen un hocico puntiagudo y la trufa oscura. Sus ojos son redondos, de tamaño grande y también de color oscuro. Tiene una mirada viva y expresiva, que nos transmite en cada momento su estado de ánimo sin necesidad de palabras.

El párpado cercano al ojo está pigmentado de color oscuro. Sus orejas son pequeñas, encontrándose éstas plegadas y con una leve inclinación hacia atrás.

Otro aspecto curioso del galgo Italiano, es que se dice de ellos que poseen “pies de liebre”, además de presentar una grupa esbelta y musculosa. Su cola es larga delgada y muy fina, y suele llevarla caída.

Tiene la piel fina y apretada en todo el cuerpo, sin pliegues. El único lugar donde la piel es un poco menos apretada es en los codos. El pelo es corto, sedoso y fino por todo el cuerpo.

Su movimiento es característico, y sus andares particulares; ligero, armónico y elástico. Al caminar levanta sus patas de una manera similar a los caballos en la equitación clásica al momento de dar sus pasos. Galopa de manera rápida con un movimiento típico llamado «de resorte».

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Colores del galgo italiano

Los colores del galgo italiano más frecuentes son:

• negro,
• gris,
• isabelino (amarillento o beige pálido)
• cervato,
• chocolate,
• rojo,
• sable
• bicolor, blanco combinado con marrón, gris u otro color.

Se admiten todos los colores en el Galgo italiano, siendo los más característicos el negro, así como el gris pizarra e isabelino. En lo que se refiere a su manto monocolor, puede tener manchas blancas en la zona del pecho y los pies.

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Vídeos de estos perros

Mira este lebrel italiano cachorro «enamorado» de su dueño:

Cuánto viven estos perros

El galgo italiano vive de 12 a 15 años, y su esperanza de vida media de 13 años.

Esto es una buena longevidad en el mundo canino. Siempre que le proporciones una buena alimentación natural y equilibrada, buenos paseos diarios, tranquilidad y cariño, la vida de tu pequeño lebrel se verá aumentada.

Cuánto vale un galgo italiano

El precio de un galgo italiano es de 350 hasta 1.000 euros.

Dependiendo de las líneas genéticas del perro, su calidad y belleza, las vacunas y documentos oficiales que se aporten, sus premios internacionales y la reputación del criador.

Si estás decidido a comprar un galgo italiano, acude siempre a un criador responsable especializado en la raza, visita su casa y conoce a sus animales. Nunca compres perros en tiendas de mascotas.

Qué cuidados necesitan

El galgo italiano es una raza fácil de cuidar. Pueden adaptarse perfectamente a la vida en apartamento en las ciudades, eso sí, necesitaran varios paseos al día, y al menos uno de ellos debe ser de media hora. Si tienen la oportunidad de correr ocasionalmente, en el parque o en campo abierto, serán felices.

Una de sus particularidades es que son perros frioleros. Debido a su delgadez y su escaso peso, pasan bastante frío, por lo que durante el invierno es importante pasearlos con un jersey de lana, y taparlos con una mantita mientras descansan.

A diferencia de otras razas, el Lebrel Italiano tiene la ventaja de no poseer un olor fuerte. Además, a penas sueltan pelo, por lo que podemos decir que son una raza muy higiénica, que no nos causará demasiado trabajo de limpieza en casa.

Como otras razas pequeñas, son propensos a la formación de sarro. Para evitar esto es bueno cepillar sus dientes regularmente, (pero nunca con pasta de dientes para humanos). Y al menos una vez cada tres años acudir al veterinario para que les realice una limpieza dental. Si no hacemos esto, pudiera ser que sus encías e inflamen y pierda algunos dientes con el paso del tiempo.

Su pelaje es corto y fácil de cuidar. Basta sólo frotarlos suavemente con un paño o cepillarlos y su pelo brillará.

Es conveniente bañarlos de vez en cuando, y es suficiente hacerlo una vez al mes. Eso sí, debemos asegurarnos de secarlo de la manera adecuada completamente, a fin de evitar que puedan resfriarse.

Salud: enfermedades más comunes

El galgo italiano es propenso a sufrir algunas enfermedades congénitas, como:

• Epilepsia
• Luxación patelar, o luxación de la rótula de la rodilla
• Enfermedad de Perthes, que causa una deformidad en los huesos de la cadera.
•  Atrofia progresiva de retina, enfermedad ocular que puede llegar a dejar al perro ciego.
• Otros problemas óseos, debido a que poseen huesos finos y susceptibles a las fracturas y fisuras, en especial si tienen menos de 18 meses de vida. Por tanto es necesario prestar la debida atención para evitar accidentes en lo posible.

Historia del pequeño lebrel italiano

Los ancestros remotos de esta raza pueden llegar a remontarse a los tiempos del antiguo Egipto, encontrando perros de aspecto similar a este representados en las tumbas de los faraones.

Propiamente provienen del Norte de África, mencionándose incluso que la reina Cleopatra solía poseer perros similares a estos como mascotas. Por ello se cree que el galgo italiano es una de las razas de galgos más antiguas que existen.

Algunas teorías apuntan a que fueron los fenicios quienes se encargaron de llevar a los ancestros del Galgo Italiano desde Egipto hasta Roma en el siglo V a.C. A partir de aquí, el Galgo se extendió por toda la cuenca del mediterráneo en el periodo histórico que comprendió desde la época fenicia hasta los inicios de la edad media.

En diferentes regiones, surgieron razas o variedades de galgos propias, como por ejemplo el galgo o lebrel español, de gran tamaño y velocidad extrema, que se empleaba para  cazar liebres y conejos a la carrera, en campo abierto.

El nombre del Galgo Italiano surge en la Italia del siglo XVI, debido a la gran popularidad que alcanzaron estos pequeños y gráciles perros en dicho país.

El mayor desarrollo de esta raza se dió en la época del Renacimiento, a mediados del siglo XVI por parte de los estados que conforman actualmente a Italia. El pequeño Lebrel Italiano era el perro de compañía predilecto por la nobleza, siendo el Rey Carlos I quien se encargó de contribuir a su expansión por Europa. Estos pequeños galgos tenían una vida mucho más fácil y cómoda que los galgos cazadores, siendo criados como perros de lujo.

Llegaron a convertirse en los acompañantes de damas, princesas y duquesas por excelencia, siendo además Federico el Grande, rey de Prusia, un gran amante de la raza. Otros reyes aficionados a esta raza fueron la reina Ana de Inglaterra y Escocia, la reina Victoria de Inglaterra y Catalina la Grande, entre otros.

Durante el siglo diecinueve, se redujo su tamaño, convirtiéndose casi en una raza de perros falderos.

Esta raza corrió el riesgo de extinguirse a comienzos del siglo XX, como consecuencia de la excesiva reducción de su talla a la que se había llegado, volviéndose perros cada vez más frágiles, y estando a punto de desaparecer como producto del enanismo patológico.

Esto producía deformidades en sus huesos y cráneos, y hacía inviable la supervivencia de estos perros. Por fortuna, gracias a los esfuerzos de criadores especializados, la raza fue recuperada durante la segunda mitad del siglo veinte, logrando el pequeño lebrel recuperar su salud.