EL DIOS GATO EGIPCIO Y OTRAS DEIDADES FELINAS

Publicado 07/04/2014 - Actualizado: 20/03/2021

dios gato egipcio

¿Sabes que algunas culturas antiguas adoraban a los gatos como pequeñas deidades? ¿Quieres conocer al dios gato egipcio? Mejor conozcamos no sólo uno, sino 5 dioses gatos adorados en la antiguedad. Toma nota de este post histórico!

Los Dioses Gatos – 5 dioses gato adorados en la antiguedad 

A veces se dice como broma que los perros al ser alimentados por los humanos piensan de nosotros «Oh, este ser hace aparecer mucha comida de repente, …debe ser un diosY que ante el mismo hecho los gatos murmullan «Oh, este ser siempre me ofrece comida a cambio de nada, …yo debo ser un dios«. ; )  Algo de cierto debe haber en todo esto, y es que en la historia existen unos cuantos ejemplos de dioses gatos de la antiguedad.  

De todos los animales domésticos, los gatos son sin duda quienes más nos han fascinado.  Admirados y temidos a partes iguales, los gatos han sido incluso adorados como dioses ¿lo sabías?.

Seguramente hayas oído hablar de Bastet, la diosa gata egipcia, protectora del hogar y diosa de la felicidad. Si crees que Bastet es el único caso de dios gato, este artículo es para ti! – Hora de culturizarse, 5 dioses gatos de la antiguedad: 

1. BASTET el dios gato egipcio

BASTET el dios gato egipcio
Bastet el dios gato egipcio

El nombre Bastet es uno de los más populares gatos egipcios. ¿Pero sabes quien era Bastet en realidad? La diosa gata Bastet se identificaba con la estrella Sirio (un lugar que tiene mucho que ver con la tierra, pero ese es otro tema. Se la representaba como una mujer con cabeza de gata, o simplemente como una bella gata oscura. Representaba la parte positiva de los rayos solares, la armonía y la felicidad. Era también una fiel protectora doméstica, guardiana de las mujeres embarazadas y de los partos, ya que tenía el  poder de alejar los malos espíritus.

Era pues una diosa  protectora y pacífica, pero poseía también una faceta feroz y violenta que podía despertarse de modo impredecible.

En  la antigua ciudad de Bubastis, que estaba consagrada al culto de Bastet aparecieron cientos de gatos momificados,  cuyas fotos todos hemos visto alguna vez. Se cree que para los egipcios los gatos eran la representación viviente de Bastet, y por ello los gatos vivían en los templos y a su muerte eran honrados con la momificación, como los faraones y los nobles.

También se sabe que algunos dueños egipcios eran enterrados con sus gatos por orden expresa de esas personas. Aunque ahora esto nos  parezca aberrante, los egipcios no lo hacían por crueldad sino al contrario, lo hacían como un «acto extremo de amor» en su manera de ver las cosas, ya que les horripilaba la idea de que sus adorados gatos se convirtiesen en vagabundos callejeros y enfermos. Es decir, los egipcios preferían eutanasiar a sus gatos antes que abandonarlos a su suerte en la calle a una vida de hambre, enfermedad, sufrimiento o soledad.

Otra muestra de amor felino se ve en la leyenda que cuenta como se perdió la ciudad de Pelusio (Puerto Said) ante los persas. Se dice que los persas sostenían  gatos sobre sus escudos y así ganaron la batalla, ya que los antiguos egipcios preferían rendirse antes que lastimar a un gato.

En general los egipcios pensaban que los ojos del gato reflejaban el poder y la luz del sol en la tierra durante las horas de oscuridad, y por ello nos salvaban de la noche eterna y nos protegían frente a la mala suerte. De hecho las mujeres egipcias imitaban los ojos de gato, al pintar los suyos con marcadas líneas de kohl negro o azul. Además, al dormir en círculo o en ovillo, se creía que los gatos simbolizaban la eternidad y la sabiduría. Sea como fuere, parece que nuestra sociedad aún tiene mucho que aprender de los antiguos egipcios sobre como apreciar y tratar a estos mágicos animales.

Si te gusta la cultura egipcia, te recomendamos que leas nuestro post sobre Nombres de gatos egipcios. Así podrás inspirarte para un futuro gatito que llegue a tu vida….

2 SEKHMET, la diosa leona egipcia:

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Sekhmet portando el disco solar.

Sekhment es otro ejemplo de diosa gato egipcia, o más bien felina. También llamada «la más Poderosa» o «la Terrible», Sekhmet fue una deidad felina con cuerpo de mujer y cabeza de leona coronada por el disco solar (esa forma redonda que se ve en la foto sobre su cabeza). Se decía que era hija de Ra. Encarnaba la guerra, venganza y la fuerza, pero también la sanación.

Es el alter-ego de Bastet, digamos que encarnaba la parte más violenta y vengativa de la diosa gata. Pero si se lograba apaciguarla, otorgaba fuerza y magia sanadora. Era una diosa muy fuerte y poderosa, y su dualidad representa algo así como cuando decimos «a buenas soy muy bueno, pero a malas…» De hecho, en la mitología egipcia, Sekhmet estuvo cerca de destruir a la humanidad una vez, y tuvieron que pacificarla con mucho vino, hasta que quedó dormida y olvidó su furia.

3. FREYJA, la diosa nórdica y su carro de gatos:

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Freyja en su carro de ángeles y gatos. Nils Blommer.

Freyja era una de las 2 diosas más importantes en el panteón nórdico y germánico. Su nombre significa «La Señora». No tenemos demasiada información sobre cómo eran en verdad los cultos paganos previos al cristianismo, pero sí sabemos que Freyja era la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Como en el caso del Bastet era especialmente protectora con las mujeres, quienes la invocaban para obtener su protección en los embarazos y el parto. No obstante también tenía su lado severo, y ahí se convertía en diosa de la sabiduría, la magia, la guerra y la muerte.

La particularidad de Freyja es que viajaba en un carro tirado por grandes gatos, seguramente Bosques de Noruega. Se trataba de un carro de guerra, y se debe tener en cuenta que sólo las deidades más importantes utilizaban carros, símbolo de estatus. Además de esta función, los gatos eran también sus consejeros. Para Frejya el gato es su animal sagrado, y fueron un regalo del dios Thor. Los antiguos campesinos nórdicos, veneraban a Freyja y a sus gatos, a los cuales dejaban ofrendas para asegurarse buenas cosechas.

4. LI SHOU, el dios gato protector chino:

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Para los chinos los gatos también eran importantes. Desde China se expandieron por otros países de Asia, y llegaron a Japón en el siglo cuarto. Los chinos decían que el gato era un cruce entre mono y león, debido a la forma de su cuerpo y sus movimientos. Li Shou era una antiguo dios gato, una divinidad relacionada con la fertilidad a la que se hacían ofrendas para mejorar las cosechas.

La historia de los dioses gatos en china es de las más curioso. Se cuenta que los dioses, después de crear el mundo nombraron a los gatos vigilantes del orden de la creación, y para ello tenían el don de la palabra, para poder comunicarse con los dioses y contarles como iba todo. Lo malo es que cada vez que los dioses llamaban a consultas a los gatos, los encontraban jugando, durmiento o relajándose – que raro…  ; )

Los pequeños dioses gatos acabaron confesando que a ellos no les interesaba gobernar el mundo, que tenían cosas mejores que hacer, y que cedían el puesto a los hombres que sí estaban ávidos de poder. Los dioses aceptaron y quitaron el don de la palabra a los gatos, para dárnoslo a nosotros. No obstante los dioses se dieron cuenta de que los hombres no comprendían nada de lo divino, y obligaron a los gatos al menos a ser los guardianes del tiempo. Así que en la antigua mitología china, un gato es más de fiar que muchas personas -para que luego los pinten de traicioneros.

5. Los BAKENEKO japoneses:

Los BAKENEKO japoneses

Los Bakeneko de la mitología japonesa, no llegaban al estatus de dios gato ni eran considerados como una deidad pero sí tenían poderes sobrenaturales. Su nombre podría traducirse por «gato fantasma» o «gato que cambia». Podían volar, mutar de forma, lanzar bolas de fuego, caminar sobre dos patas como los humanos y algunos tenían incluso el poder de resucitar a los muertos. Eran auténticos gatos transformistas capaces de transformarse hasta en una persona.

Si te gusta la cultura japonesa, consulta nuestro inspirador listado de nombres para gato en japones.

Volviendo al tema de las deidades gatunas, estos 5 dioses gatos antiguos de Egipto, Germania, China y Japón no son los únicos ejemplos que existen de dioses gatos (o gatos divinizados). De hecho encontramos más ejemplos de dioses gatos en la mitología griega, celta, peruana, tailandesa, india o sumatra.  Más allá de uno u otro folklore, la naturaleza está en nosotros y nosotros en ella y al final todos somos uno, ¿no?. Personalmente no creo que los gatos sean dioses, pero es innegable que …son seres divinos! ; )

Este texto es elaboracíon propia, Bibliografia.

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