Índice
Aprende como dejar al perro solo en casa sin que llore ni forme escándalos. ¿Sabes que hay cachorros y hasta perros adultos que en cuanto te vas a trabajar o los dejas solos por el motivo que sea empiezan a llorar y aullar con desesperación? Otros perros no paran de ladrar cuando los dejas solos en casa. Todos estos perros tienen algo en común, parece que tienen miedo a quedarse solos en casa y por ello lo último que quieren es que te vayas y los dejas «solitos»…aunque sea un par de horas!.
¿Por que algunos perros y cachorros no quieren quedarse solos en casa ni un minuto?
A veces los perros sienten miedo y ansiedad por quedarse solos en casa. Esto puede pasarle tanto a perros adultos como a cachorros, y obviamente cuanto antes detectes el problema, antes lo podrás solucionar. Es decir, siempre es mejor poner remedio a esta «incapacidad de estar solo» mientras el perro aún es pequeño, que esperar a que crezca y el problema crezca con él.
¿Por qué algunos perros no quieren quedarse nunca solos en casa? Pues habrá mil casos, pero hay dos backgrounds que son el caldo de cultivo ideal para este problema:
1. Orígenes problemáticos: abandonos y fábricas de cachorros
A menudo, los cachorros de perro nacidos y criados en sitios que no deberían existir, (como las fábricas de cachorros o puppy mills) son hijos de madres inseguras, miedosas e infelices, que a su vez son incapaces de enseñar a sus hijos como ser un perro equilibrado. Si una perra vive y ha parido dentro de una jaula, en pésimas condiciones, mal tratada, sin cariño, sin hacer ejercicio y sin hacer todo lo que un perro normal debería hacer, no tendrá una personalidad equilibrada y segura de sí misma, obviamente. Ella misma será nerviosa, miedosa y eso lo que transmitirá a los cachorros, el miedo y la inseguridad. Además estas perras no suelen dar de mamar a sus crías durante el tiempo suficiente, ya que normalmente les quitan a los cachorros antes de tiempo para que entren en celo rápido otra vez. Los perros nacidos en estas condiciones son propensos a tener problemas de comportamiento cuando lleguen a su nuevo hogar, que deberán ser arreglados por su nuevo dueño.
El mismo resultado de personalidad llena de miedos y nerviosismo puede sobrevenir en el caso de un cachorro que sea abandonado y lo haya pasado muy mal antes de ser adoptado. Puede que por sus traumas de su vida anterior o por el miedo a verse solo de nuevo algunos de estos perros sean nerviosos y tengan pánico a estar solos. Para vencer en estos casos hace falta mucha paciencia y cariño por parte de los adoptantes que están «rehabilitando» a estas mascotas, pero con el tiempo también se pueden ir calmando, relajando y ganando autoestima y confianza…poco a poco, hasta volerse los animales «normales» que en realidad son.
2. Malos hábitos de las personas
Otras veces no es que el perro o el cachorro traigan problemas «de serie», sino que son las personas (los dueños) los que con nuestro comportamiento vamos malcriando y generando malos hábitos en nuestro perro. Está claro que no lo hacemos a posta, sino que sin darnos cuenta algunas de las cosas que hacemos influyen negativamente en el comportamiento y hasta en la autoestima de nuestras mascotas. A todas las mascotas, sean perros o gatos hay que hacerles caso, educarles, abrazarles, jugar con ellos, y hablarles. Pero tambien hay que enseñarles a estar solos, sentarse a su lado en silencio relajadamente sin hablar, y otras veces respetar que quieran estar a su aire, husmear por ahi y «hacer sus cosas» sin que les molestemos a cada segundo con una orden o un cariño «excesivo».
Cómo dejar al perro solo en casa
Así que vamos a lo práctico y veamos algunas PAUTAS de comportamiento ÚTILES que nos servirán para no «malcriar» a nuestro cachorro sino que pueda crecer equilibrado e independiente:
1. No vuelvas a tu perro excesivamente dependiente de ti
Aunque mejor dicho la frase debería ser simplemente no vuelvas a tu perro o a tu cachorro dependiente. Si tu perro ladra y llora cuando te vas de casa y te echa tanto de menos aunque solo te ausentes dos horas es porque no sabe estar solo. Y si alguien no sabe estar solo (da igual que sea perro, gato o persona), suele ser porque tiene ansiedad, estres y le falta confianza y seguridad en sí mismo.
Ser dueño de un perro no significa nada. En verdad, somos responsables de ese perro, de que sea feliz y de que viva y crezca del mejor modo posible. Para lograr un perro equilibrado, debes darle sus buenos paseos, hacer suficiente ejercicio diario con él, y además cuando esteis juntos en casa, tiene que haber varias cosas:
- tiempos para jugar juntos,
- tiempos para hacerse mimos,
- y otros tiempos para que el cachorro o perro estén solos.
Imagínate que estas en casa en el ordenador y tu cachorro quiere que le hagas y se pone pesado pidiendo atención. Si yo creo que ya le he dedicado atención y tiempo suficiente antes, simplemente lo ignoro. ¿Por qué ignorarlo a veces? Por dos motivos, por un lado yo tengo derecho a estar sola a ratos y no todo el día 24 horas pendiente del perro, y además es por su bien. Los perros y cualquier mascota en general tiene que aprender a estar solos o jugar entre ellos si tienes más de una mascota. Al principio volverá, insistirá unas cuantas veces para que le hagas caso o le cojas en brazon pero luego simplemente se aburrirá y se irá para dedicarse a otra cosa. De este modo, poco a poco les obligas a buscarse la vida para entretenerse él solito por la casa.
Esto de ignorarles se podría entender por algunas personas como un «desprecio» al perro, pero no. En realidad es educarle a ser un perro normal. ¿Tu te imaginas un lobo que se pusiese a llorar como un desesperado cuando estuviese dos horas solo en el bosque?… no! 😉 Las mamás lobas y perras también actuan así con sus cachorros. Son unas madrazas pero ponen sus límites, no son ultra cariñosas y permisivas las 24 horas del día con un cachorro que tenga 3 meses por ejemplo.
Cuando los perritos van creciendo y se destetan, las perras muchas veces «ignoran» a sus hijos y no les hacen caso ni les prestan atención cuando estos se ponen muy pesados.
Esta forma de actuar de las madres animales, poniendo límites poco a poco conforme las crías crecen, haque los cachorros se vuelvan cada vez más independientes y no tengas más remedio que jugar y socializar entre ellos. Así es como los perros de forma natural van ganando seguridad, confianza e independencia de su madre.
Imagínate que acabas de adoptar un cachorrito que es muy miedoso y sólo quiere estar todo el rato en tu regazo. Aunque él lo pida al principio, en realidad para que esté equilibrado no necesita estar todo el día en tus brazos, con caricias a cada minuto, ni tampoco hay que darle atención todas las veces que él la pida. Que estemos cerca de nuestro perro no significa que tengamos que estar pegados como dos lapas cada segundo del día. Es decir, si ya cuando estamos en casa, le vamos acostumbrando a jugar solo y estar solo a ratos, es más fácil que cuando nos marchemos se quede más tranquilo porque ya ha «practicado» estar solo en nuestra presencia y sabe entretenerse él solito.
2. No riñas a tu perro sin ton ni son, por cada cosa que hagan (y menos aún pegarles)
Pegar o asustar a un perro que ya de por si es ineguro es una muy mala idea porque este irá creando cada vez más desconfianza hacia su dueño y su carácter se irá volviendo más agrio, defensivo y arisco (con razón!). Pero aunque no se llegue a las manos, también prohibirle miles de cosas o reñirle por todo, tampoco es bueno.
Un ser, que a cada paso que da, escucha una palabra, un grito, una palmada, o lo que sea, se acostumbra a vivir así. Eso por un lado le creará estrés crónico, porque no se le deja ser un perro normal y seguir su naturaleza, pero por otro lado lo vuelve dependiente de tener tu atención a cada segundo.
Lo creas o no, reñirle por todo es tambien una forma de crearle dependencia hacia ti. Aunque sea para mal, pero al fin y al cabo es atención. Está claro que hay que tener normas en casa, pero también deja un poco de espacio a tu mascota. Déjale ser un perro, trastear por la casa y estar por ahi a su aire sin molestarlo. Hay que respetar un poco de privacidad y autonomía en todos los habitantes de la casa, incluidos los de 4 patas.
>>> Lee también Cómo enseñar a un cachorro a no morder
3. Tienes que proyectar tranquilidad cuando estés en casa
Esto que puede sonar raro, es casi la más necesaria de todas las medidas. ¿Como crees que una madre perra enseña a sus hijos a ser «gente de bien»? ; ) No les compra un libro, no les paga un master vacío, y no les da charlas. Simplemente es ejemplo. Si quieres seguridad y tranquilidad entre los habitantes de tu casa, tu tienes que ser seguridad y tranquilidad primero.
Tendras que encontrar el modo, la actividad o la técnica que te ayude a estar bien, para poder «emitir» o proyectar esa forma de ser entre los animales de tu casa. Igual te va bien estar tirado un rato cada día para relajarte, o te ayuda hacer deporte, hacer yoga, …lo que sea. Encuentra tu punto, y trata de estar calmado y en paz tu mismo.
Cuando tu emites cierta emoción o forma de estar, las mascotas que son como esponjas emocionales y energéticas, se van transformando y «sintonizando» en ese modo de estar.
Por eso es muy difícil que una persona extremadamente miedosa, nerviosa e insegura de pronto tenga una mascota super equilibrada… ¿se entiende? Es lo mismo con los niños, si tu estás como una maraca, pues a tu hijo le va a influir.
Aprende a dejar al perro solo en casa , pautas y trucos
Además de las pautas anteriores, te vamos a dar algunas ideas o pequeños trucos para que sea más fácil dejar al perro solo en casa, haciendo que tu gatito sufra menos cuando te vayas y lo dejes solo:
1. Ejercita a tu perro, sacalo de paseo
A caminar contigo cada día. Aunque tengas un jardín, eso no sustituye los paseos diarios. Haz que tu perro queme energía y así cuando llegue la hora de quedarse sólo en casa estará feliz de poder acurrucarse y descansar.
2. Deja que tu perro tenga su lugar de descanso
Es decir, que tenga un sitio especial donde poder acurrucarse y sentirse seguro cuando tu te vas. Una casita, una camita mullida que le guste o una mantita especialpara que pueda dormirse tranquilo y relajado en su escondrijo cuando esté solo. Si el cachorro aún es muy pequeño, puedes colocar dentro de su casita o de su cama una bolsa de las que se rellenan con agua caliente cuando te marches, para que aumente su sensación de calidez y comfort aunque esté solo.
3. Dejale a tu perro algún juguete para que se entretenga en tu ausencia
Puedes comprarle pelotas juguetes de goma o un sinfín de cachivaches que existen en el mercado actualmente para los perros. Una gran idea es dejarle juguetes de tipo mordedores o snacks de larga duración (por ejemplo esos que están hechos con nervios de vaca) porque duran bastantes horas y mantendrán a tu perro entretenido un buen tiempo.
4. Abandona la casa por periodos de tiempo cada vez más largos
Puedes probar a irte de casa al principio solo unos segundos o un par de minutos. Luego aumentar a 5 minutos, volver a entrar, salir otros 5 minutos, y al día siguiente salir cada 1o minutos y volver, luego cada 15 minutos, 3o, luego una hora, y así ir incrementando sucesivamente el tiempo que lo dejas solo para que poco a poco se acostrumbre a tu ausencia y vea que no le pasa nada malo.
5. No hagas super dramas cuando te despidas
de tu cachorro ni cuando vuelvas: o mejor aún. Ni siguiera te despidas de él. Actua con normalidad, vete y listo. Así no se pondrá en «alerta» cuando llegue la hora de la despedida.
6. Dale de comer justo antes de irte
porque normalmente a los perros adultos y también a los cachorros después de comer les da sueño, así que es más probable que se eche una siesta en tu ausencia si tiene el estómago lleno que si tiene hambre.
7. Adopta un segundo perro
(o incluso un gato) esto no es que sea un truco, es un hecho. Los perros que viven solos, normalmente se aburren un poco cuando nos vamos de casa (se quedan por ahi tirados, durmiendo, o pasando el rato como se les ocurra, dependiendo del perro).
Así que si te lo puedes permitir en términos de tiempo, dinero, cuidados, etc. (cada uno es quien mejor conoce su vida y sus circunstancias), adoptar o comprar un segundo perro es una gran idea para que tu mascota esté más entretenida y acompañada en tu ausencia. Además tener un compañero no humano lo vuelve menos dependiente de tí, porque ya tiene otro camarada de fechorías perrunas por casa.
En resumen, primero tenemos que estar bien nosotros, y luego hay que ser equilibrado en la atención y el cariño con nuestro perro. Hay que jugar con él y darle mucho cariño, pero tampoco estar todo el día encima suyo en plan «excesivo» o «madre pesada», para ayudarle a fomentar su independencia. Puedes leer más sobre este tema en nuestro post sobre la ansiedad por separación en perros.
No obstante, además de todo lo que hemos dicho, el factor tiempo es necesario. Si tu cachorro es muy miedoso e inseguro, harán falta tiempo, cariño y paciencia para que vuelva a ganar su autoestima, sobre todo si el perro arrastra problemas desde antes de llegar a tu casa, (lo que comentábamos antes, de perros nacidos en un sitio inadecuado, o abandonados). Los cambios van poco a poco, y nada se soluciona de repende de un día para otro, pero con la actitud adecuada todo es posible!.
Esperamos que las ideas y puntos de vista que te hemos dado te sean útiles para guiarte en tu relación con tu amigo perro, pero cada caso es un mundo y si crees que tu caso es particularmente complicado o tu mascota lo necesita, siempre podrás pedir la ayuda de un especialista en conducta animal que te asesore en tu caso concreto.
Otros posts interesantes:
- Como saber si un perro tiene ansiedad o estres, señales de nerviosismo.
- ¿Por qué aullan los perros?
- Todo sobre el celo en las perras: respondemos a las preguntas más frecuentes.
Licenciada en Administración de Empresas y editora profesional de contenidos web especializados en animales. Llevo 7 años dedicada a investigar y escribir y divulgar online información sobre animales, he tomado cursos universitarios sobre Adiestramiento canino y etología. Además soy la orgullosa amiga de 5 peludos que viven conmigo, y de otros tantos gatos callejeros a los que alimento y esterilizo.